Y como todo el mundo, los clausuleros también echamos la vista hacia atrás y hacemos un repaso de todo el año que se termina. Podría parecer que, como los micropoemas, nuestra retentiva también habría de ser pequeña y limitada. Sin embargo, lo curioso es que la poesía quizás no tenga otra cosa, pero desde luego sí que tiene memoria. Aun así, al reconstruir nuestro recorrido, solo llegamos hasta el mes de agosto del año 2012; Cláusula Inconclusa no era ni siquiera una idea en nuestras cabezas antes de entonces. Casi por casualidad, surgió de las cenizas de un proyecto que jamás llegó a ver la luz y se convirtió en nuestra principal ocupación hasta hoy. Desde entonces, solo nos ha traído alegrías y muchísima ilusión.
Cuando en verano comenzamos a lanzar tímidamente los primeros micropoemas, no podríamos llegar a imaginar el alcance que tendrían. Y ahora, después de todos estos meses, continuamos con tantas ganas como al principio. Contra todo pronóstico, 2012 ha sido para nosotros un año de buenas noticias. Hoy, este año termina, Cláusula Inconclusa deja de lado su infancia y madura un poquito –aunque no demasiado, no queremos que pierda su algo de niño pequeño– y se sube al carro del año 2013.
Queremos agradecer a todas las personas que lean estas palabras las ganas y el entusiasmo que han mostrado con las pequeñas piezas de poesía de Cláusula Inconclusa, porque desde luego se han traducido en las ganas y el entusiasmo que nosotros seguimos poniéndole a cada nuevo micropoema. Nos alegra darnos cuenta de que mucha gente ha comenzado a ver café en el cielo por la noche, a sentirse submarino que desea ser ballena o a añorar que el péndulo del reloj se pare y disfrute del tiempo que tiene. Podemos prometer, como verdadero propósito de Año Nuevo, que el año 2013 estará lleno de micropoemas y repleto de sorpresas. Estad atentos al blog, al Twitter o al Facebook, porque pronto anunciaremos alguna de las novedades que el nuevo año nos trae.
Esperamos que Cláusula Inconclusa os haya acompañado durante los últimos meses de 2012 y os haya alegrado los días tristes tanto como nos los ha alegrado a nosotros.
Os deseamos un 2013 lleno de poesía.
Alberto Sesmero y Rodrigo Delgado.
